3er Gran Premio

Un sueño hecho realidad, una visión clara que se hizo más concreta con la realización del primer Gran Premio Helado de Madrid, pasando luego por la etapa intermedia del segundo Gran Premio Helado de Málaga: de este modo cobró vida, gracias a la pasión de quien realmente ama su trabajo, el tercer Gran Premio de España, llevado a cabo en el resort cinco estrellas Meliá Villaitana de Alicante, los días 29 de febrero y 1 de marzo.


Un punto de encuentro innovador para el mercado español, una feria a precio de coste destinada únicamente al sector Heladería y a sus profesionales (sin espectadores curiosos, que muchas veces solo llevan barullo a las ferias).

Un éxito increíble alcanzado en sólo tres años, gracias a un trabajo duro e intenso, una reputación construida a lo largo de cuarenta años de relaciones genuinas entre los distintos actores del sector.

Basta un puñado de cifras para mostrar cuan extraordinario fue lo ocurrido en Alicante: 408 heladeros concursantes, de los cuales el 95% españoles, 2.468 pernoctaciones, 285.000 kilómetros recorridos por los concursantes para participar en la competición, 125 empresas expositoras, más de 100 distribuidores y más de 600 heladeros españoles presentes (cifra superior al 30% del mercado español de referencia).

No sólo la iniciativa fue extraordinaria, sino que también lo fueron los premios otorgados: un coche Fiat 500 para el ganador; una moto Vespa de color rojo intenso para el segundo clasificado y una batidora de nata ofrecida por la empresa Bravo, otorgada al tercer lugar.

Fundamental es el mecanismo que garantiza la transparencia, 100% lograda gracias a la asignación de un número secreto y aleatorio, colocado tanto en el contenedor del helado como en el sobre que contiene el nombre del heladero que ha elaborado dicho helado.

Y por último pero no menos importante, la elección de un lugar extraordinario: un resort cinco estrellas en el corazón de la Costa Blanca, donde la revista acogió y alojó a heladeros y expositores.


En este magnífico escenario, la exposición se inauguró a las 9 de la mañana, con la inscripción de los visitantes, todos ellos pertenecientes exclusivamente al mundo de la heladería; por su parte, a las 8 ya había iniciado la competición, en la que participaron 408 heladeros.

El primer sabor a elaborar fue Chocolate, uno de los más solicitados en las heladerías, y con el cual realmente se demuestra la capacidad de un heladero. El segundo, en cambio, fue el sabor tropical Mango. Luego de 12 horas ininterrumpidas de trabajo en la competencia, las seis máquinas del patrocinador técnico Frigogelo Icetech fueron apagadas y a las 20.30 se dieron a conocer los doce heladeros realizadores de los mejores de sabores Chocolate y Mango, que de este modo accedieron a la gran final para ganar el coche Fiat 500.

Pero hubo otros ganadores de premios muy especiales: los niños, que gracias al sorteo recibieron tres mini Vespas y dos mini Fiat 500. Durante la mañana del día 1 de marzo los doce finalistas volvieron a lucir sus chaquetas, listos para el desafío más exigente, la preparación del helado sabor Cremino.


Mucho en juego, dura la competición: a los heladeros se les pidió que expresaran toda su creatividad y mostraran su talentosa imaginación, a través de su interpretación personal del sabor Cremino.

Las altas expectativas no se vieron defraudadas: ante el jurado se presentaron cremini en todas sus variantes, desde pistacho hasta avellana, pasando por chocolate, en versiones estratificadas y no estratificadas.

Desde el primer día el concurso mantuvo un nivel muy alto, lo que hizo necesario recurrir a un triple jurado: el primer jurado seleccionó los 30 mejores helados del concurso, el segundo jurado -en el que participaron Dina Alsina y Paolo Rovei, además de nuestro Director, seleccionó los seis mejores helados. Finalmente el tercer jurado declaró definitivamente a los ganadores. Los votos públicos del jurado final pusieron de relieve lo reñido del concurso, hasta el punto de un empate por el segundo puesto obligó al jurado a realizar una segunda votación para determinar quién ganaría la muy codiciada Vespa Piaggio. Una vez despejadas todas las dudas, llegó el momento de abrir los sobres y descubrir los nombres de los ganadores: el heladero Toni Roma se llevó a casa la batidora de nata Bravo, el sorprendido Jordi Roig partió en su Vespa y el muy emocionado José Bolaños recogió las llaves de su Fiat 500, ofrecida por la Revista junto con la empresa MEC3. El importante crecimiento de este evento, el entusiasmo de los numerosos profesionales participantes y el aniversario de la revista “Gelato Artigianale”, que cumplirá 40 años en 2025, han llevado a nuestro Director a anunciar para el próximo año un premio único: un flamante Porsche, que estamos seguros dará más prestigio e impulso a este evento, ya mundialmente reconocido como uno de los principales del sector.